viernes, octubre 26, 2007

Por muchos más...

lunes, octubre 22, 2007

Mientra trato de dormir... pienso
La fé es confiar en la realidad.
La realidad es solo una parte de lo que parece ser.
El ser, flujos de masas y energías... y un cerebro
En mi cerebro, preguntas...
Preguntas que esperan respuestas desde hace tiempo
Todo este tiempo debe tener un sentido...
o sino... ¿que sentido tendría esta realidad?

martes, octubre 16, 2007

De sueños y de cuentos...

Cuentos Cardinales... Las dos emisiones especiales del canal Telefé, con formato documental y producido por Juan José Campanella, trata del seguimiento de un concurso desde su concepción hasta la entrega de premios y de las historias de los chicos del interior.
Las ciudades elegidas fueron Tolhuin, en Tierra del Fuego; Andresito, en Misiones; Aminga, en La Rioja y la Ciudad de Buenos Aires. Historias de vida nada fácil y de como piensan estos adolescentes sobre su presente y futuro. Lo mejor que he visto desde hace tiempo... en la TV.
El cuento de los chicos de Misiones fue seleccionado como "ganador" para la peli..., creo que todos ellos ganaron.
Durante el final del documental me brotaron unos lagrimones... es que estos chicos hablando de sus sueños... casi mi propio reflejo.

miércoles, octubre 10, 2007

Eva y el Ché...

Estos días matrix "ha festejado" la muerte del Ché (40 años). No conformes con su muerte... lo han convertido en un producto comercial más.
Hoy solo queda su historia distorcionada. Lo admiro solamente por haber luchado por sus creencias. Es cuestionable la revolución por la sangre, es lo más fácil... es más difícil una revolución desde el pensamiento. Aunque dejó un pensamiento colectivo... una semilla. Pero... quien quiere dejar su vida en matrix? Mejor disfrutarla... no?
Le dejo está flor (de mi casa) y un beso en la frente... donde quiera que esté...
Dice Galeano:
"El Che le devuelve a la conciencia el valor protagonista que tiene en la historia humana....
En una tierra como Latinoamérica que está gravemente enferma de impotencia, o sea, donde en nombre del realismo se predica siempre la resignación, y esperar y esperar, y la esperanza se cansa de esperar, el Che es un impaciente, un hombre de esperanza y por eso es un profeta, una especie de Issaías de América Latina, un anunciador de otros tiempos. Tal vez habría que decir que nosotros también tendremos la paciencia para esperar al Che, el regreso del Che. Claro, él resucita en cada uno que cree en lo que él creyó, y resucita en los grandes movimientos populares de liberación en estas tierras que no fueron condenadas por ningún Dios a la desgracia que soportan."

martes, agosto 21, 2007

Cosas de la espera
Este post es como una hoja en blanco... Me gustaría que empezáramos a escribir en ella...


sábado, agosto 11, 2007

Miedos

Inexplicables...

Le pas du chat noir


Este es un cuento de Antony... me tomo el atrevimiento de compartirlo y guardalo aquí. Un abrazo...
“Mis pasos en esta calle
Resuenan
En otra calle”
Son cerca de las dos de la madrugada, un viento frío se me cuela por la nuca, es sábado, la calle está desierta y silenciosa, y todo está a oscuras, bueno no todo en realidad, ahí está el rosa de los pétalos de las camelias alfombrando la calle, el contraste amarillo luminoso de una puerta que se abre para dejar salir a un gato.
Un gato negro y común que no acierta a dar el primer paso, el paso que lo separe del hogar caliente y conocido, el paso que lo lleve al universo oscuro de una madrugada de sábado de enero.
Sus ojos verán más ahora sobre el reflejo lunar de las piedras, sus esponjosas patitas acariciarán el frio crepuscular del empedrado portugués.
Todo se desvanece como en un sueño, el gato, el espejo rosa de los pétalos sobre la calle empedrada y mojada, la luna, el paso del gato al salir de una casa.
Pero no estoy soñando, porque siento el frío, porque el soplo del viento se me cuela por el cuello, y porque el gato que he visto salir antes lo tengo ahora frente a mi, husmeando la goma de un neumático, mirando despacio hacia los lados sin dar importancia a mi presencia.
Doy media vuelta y lo dejo a mis espaldas, nuestros destinos nocturnos se han cruzado en un determinado punto, sí, lo he visto, lo he seguido con la mirada por unos instantes, lo he pensado, lo tengo dentro de mi mente aún, junto con mis pasos, junto con el fulgor del cigarro que sostengo entre mis dedos.
¿Qué lo habrá impulsado a salir? Con seguridad habrá empezado a maullar, y sus dueños con el sueño arrastrado de la semana, habrán optado por dejarlo salir en paz, al fin y al cabo, él debe de seguir también su propia vida, aunque sea sólo por unas horas, aunque sea sólo por continuar viviendo un poco de otro modo.

¿Pero volverá?, ¿volverá a ellos?, ¿volverá a esa casa? Un gato es siempre fiel hasta que encuentra un motivo mejor para comenzar a ser infiel. Algo mejor que un plato de plástico lleno de pienso todos los días. Algo mejor que un aparato encendido a todas horas y que es capaz de emitir sonidos sin moverse. Algo mejor que la acaricia de una mano arrugada.
¿Siempre hay algo mejor o no?
Me pregunto si habrá salido un gato con las mismas características, en cualquiera de las infinitas calles de Estambul, (por poner un ejemplo, pero podría ser, claro, cualquier otra ciudad: Praga, Budapest, Bucarest, el Cairo, Lisboa, etc) en ese mismo instante, bajo el mismo ángulo entreabierto de una puerta verde, de un número 165.
Si fuera asi, ya no estaríamos hablando de un suceso único, hasta podría decir incluso que no he sido yo y únicamente yo el que ha conseguido ver un gato salir de una puerta de número 165 cuando son cerca de las dos de la madrugada.
Pero esto, entonces, se vuelve muy interesante, porque aunque en Estambul no sean exactamente las dos de la madrugada sino, pongamos, más de las cuatro, las circunstancias no dejan de ser prácticamente las mismas: la noche, el invierno, y un gato común que sale de un número165 de una calle estrecha y poco iluminada.
Y ahora viene lo más interesante, el gato negro turco, voy a llamarlo así, ha llamado la atención, por decirlo de algún modo, de una persona, no importa que sea un hombre o una mujer.Bueno esto no es del todo verdad, yo quisiera que fuese una mujer...
Porque si fuese realmente una mujer, le daría un aire aún más fascinante a la historia. Entonces, sólo entonces, y en estos momentos, una mujer turca habrá llegado hasta mí con su pensamiento, del mismo modo que yo he llegado hasta ella con mi pensamiento en este preciso instante...
- ¡Y esto sería verdaderamente un milagro!, me digo en voz alta, sorprendido.

...
Estoy ya de camino a casa...Concentrado en cosas más reales, se me va acabar el butano, cuánto será la cuenta de luz y agua de este mes.
Ella, a su vez, quizás haya puesto también la mente en circuntancias más cercanas a su día a día, su gato clarence al que no ha dado de comer en todo el día, su novio.
Es posible que venga de hacer el amor con él, y de camino a su casa, mientras conduce,
piense que todo ha terminado.
Porque él no la ama, eso siempre lo ha sabido.
Quizás piense también en la pregunta que él le hará cuando ella le diga que todo ha terminado entre ellos. ¿Por qué?
Pero ella ya no tendrá, seguro, nada que decirle.
- Al fin y al cabo, fue sólo un gato, el paso de un gato negro, ¿cómo explicárselo sin que me tome por una loca?, se dice a si misma en voz alta, sorprendida.